7/16/2007

Ori parte cinco

Pataki - La Guerra Entre la Cabeza y el Ano. Cierta vez idí (el ano) era despreciado por todos y nadie lo consideraba. Orí (la cabeza) decía que el era el obá (rey) y mandaba en el cuerpo e idí respondió que el era el oló (jefe superior) del cuerpo y se lo probaría. Idí se cerró, pasó un día, pasaron dos días y la cabeza no sintió nada, al cuarto día orí se sintió algo pesada y el estómago y el intestino comenzaron a sentirse Leopardo representativo del poder de la realeza de un Obá (Rey) en la cultura yorubá. incómodos. Al sexto día el inú (vientre) estaba inflamado, el adofé (hígado) estaba duro como un palo y orí empezó a sentirse muy mal. Ibá (la fiebre) hizo su aparición, el purgante no se conocía en aquel entonces, y la situación empeoró al décimo día porque todo funcionaba mal. La cabeza, los brazos, las piernas no podían moverse, lo que entraba no salía. La cabeza no pudo levantarse de la estera para llevar al cuerpo. Orí y todos los órganos del cuerpo tuvieron que rogarle a idí que se abriera. El ano demostró que es muy importante, aunque nadie lo considera, allí donde está en la oscuridad, despreciado por todos. Hasta aquí la historia (pataki) que forma parte de las enseñanzas de la sabiduría yorubá, lo escencial es que cada cual saque su propia conclusión. ********** Por mi parte destaco la importancia del uso del sentido común y la aplicación del claro discernimiento en nuestros comportamientos y apreciación de las cosas y circunstancias. Descartar la arrogancia porque todo en la creación cumple una misión y una utilidad por mas pequeña que nos parezca y debemos tener la sabiduría para respetar la verdadera misión que debe cumplir cada cosa y no degenerar su uso y valorar la importancia relativa e interdependiente de todo en la vida. Si bien se viene destacando la importancia de Orí en la vida de la persona y esto supone elevar la conciencia para llevar una vida mas espiritual (lo cual supone un cierto grado de idealismo), en este patakí queda reflejado que siempre debemos conservar un equilibrio con los distintos planos de la existencia, respetar las necesidades materiales y satisfacerlas plenamente no está en contradicción con el plano espiritual, sino que es aplicar el sentido común. No es fácil ser equilibrado, pero hay que desarrollar la comprensión, la tolerancia, la humildad, el respeto, el amor a la salud y a uno mismo. Irete Yero

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Al reverenciar cada manifestación de la naturaleza, se establece una conexión con las entidades espirituales que habitan en ella, esto es una fuente de poder.