6/03/2007

Esu Onitoju Ase

El Mensajero Divino como fuente del poder espiritual. La cosmología de Ifá se basa en la creencia de que la fuente primaria de creación es una forma de esencia espiritual llamada “ase”. No hay traducción literal para ase, aunque esta palabra es usada en la oración para significar “Que así sea”. Ifá enseña que el universo visible es generado por dos fuerzas dinámicas. Una es la fuerza de “inàlo”, que significa “expansión”; y la otra es “isoki”, que significa “contracción”. La primera manifestación inicial de estas energías es a través de la “ìmo” (luz) y la “aimoyé” (oscuridad). En Ifá, la expansión y la luz son identificadas con espíritus masculinos llamados Orisha’ko. La contracción y la oscuridad son identificadas con espíritus femeninos llamados Orisha’bo. Ninguna de estas manifestaciones del ase es considerada superior a la otra; ambas son vistas como elementos esenciales en el balance general de la naturaleza. En la cosmología de Ifá, tanto ìmo como aimoyé surgen de la matriz del universo invisible que es llamada “imole” (casa de la luz). Dentro de la casa de la luz hay una substancia invisible que transforma el potencial espiritual en la realidad física. La sustancia invisible que se mueve entre ambas dimensiones es llamada ase, y es Esu quien recibe la tarea de guiar la distribución del ase a través de la creación. La ciencia occidental enseña que la materia y la energía no pueden ser creadas o destruidas; simplemente son transformadas. Ifá enseña que Esu es quien guía este proceso de transformación. Es el awo de este rol particular de Esu lo que lo asocia con el principio de Justiciero Divino. Por Fa'lokun Fatunmbi

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Al reverenciar cada manifestación de la naturaleza, se establece una conexión con las entidades espirituales que habitan en ella, esto es una fuente de poder.