6/03/2007

Òró Lewe (Oro Lewe)

Él fue quien lanzó Ifápara la divinidad del "misterio",aquella que vagaba por el bosquey fundó el estado de Kwaraa través del toque de queda.Odu de Ifá Ogbe Osa. Oro Lewe, la divinidad que vive en lo más profundo del bosque, es llamado a veces la deidad del "misterio", del "secreto", del “retiro” o del "encanto". Oro Eku, Eminale, Orun es el nombre que le atribuyen la generalidad de los sacerdotes de Ifá en Cuba y Latinoamérica o simplemente oricha Orifin (nombre con el que se conoce a Oro al confundirlo con Echu Orifin, que fue quien lo acompañó en su viaje desde el Cielo a la Tierra.Entre sus principales atributos estan dos cuernos encantados, cargados con materias sagradas y rematados con espejos unidos por una pieza de metal (bronce), la pluma roja de la cotorra, la vara de autoridad (elaborada de madera dura simulando la cola de la jicotea y rematada por un espejo en su extremo), imagen o Siguidi de madera barrenado por la cabeza y los pies. Aiyé, divinidad que siempre lo acompaña (representada en una imagen de mujer vestida toda de blanco).El odu isalayé de la divinidad Oro Lewe es el odu Owanrin Osá, que lo acompañó desde el Cielo hasta la Tierra junto con Echu Orifin. Este tenía su casa en un lugar conocido como Orifin en el momento que vino a morar a la Tierra, sin embargo poco tiempo después fue maldecido y conjurado por Orichanlá a vivir eternamente en lo más intrincado del bosque.Veamos un ese Ifá tomado del cuerpo literario del odu de Ifá Ogbe Osá que lo manifiesta:Cuando Ogbologbo (el carnero) venía del Cielo, vino con su amigo Oro, el cual esperó en la frontera para saber cómo le iba a Ogbologbo. Al enterarse de la ejecución de este, decidió lanzarse en una venganza personal.Oro tenía dos varas de autoridad. Sacó la vara que estaba clavada en dos cuernos, los tomó y fue al palacio de olofen. Esto fue después de conjurar al viento para que soplara fuertemente y derribara los árboles, haciendo que los animales corrieran del bosque al pueblo. En el pueblo hubo tal confusión que el Consejo Divino decidió reunirse para analizar qué hacer con Oro.Oloddumare le pidió a Orichanlá, su representante en la Tierra, que llamara a Orúnmila por adivinación. Como en aquel tiempo Ogbe Osá era el sacerdote de Ifá en la Tierra lo fueron a buscar. Al llegar los mensajeros a su casa se lo encontraron preparando una visita al rey. Partió hacia el palacio y se sorprendió mucho al ver la cabeza cortada de Ogbologbo. Este no dijo nada de lo sucedido, sólo le preguntó al rey de qué se trataba aquello. El rey muy contento le dijo que estaba alegre por su regreso, y en cuanto al hombre cuya cabeza yacia en el suelo, había muerto por una trampa preparada por él mismo.El rey le dijo que lo llamó para darle solución al estado infernal en que se encontraba el pueblo. Ogbe Osá le contestó que seguramente esa era la misma razón por la cual Orichanlá lo había mandado llamar y prometió ir a ver al rey a su regreso.Se dirigió a donde Orichanlá y este le pidió que lanzara una adivinación para ver qué hacer para calmar el estado en que se encontraba el pueblo y cuyo causante era Oro por haber tomado venganza ante la muerte de su amigo Ogbologbo.Ogbe Osá le dijo a Orichanlá que Oro se encontraba haciendo todo aquello con dos cuernos mágicos y que era necesario quitárselos. Aconsejó a Orichanlá realizar sacrificio con cuatro platos de ñame machacado, cuatro marmitas de sopa, cuatro recipientes de vino y cuatro nueces de kolá.Después de hecho el sacrificio, Ogbe Osá le explicó a Orichanlá que no debía llevarlo al santuario de Echu, sino delarlo en la puerta de su casa y sentarse a su lado. Lo aconsejado se hizo y Ogbe Osá se fue para su hogar.Oro pasaba por el pueblo para verificar lo que estaba haciendo cuando vio a Orichanlá y le preguntó acerca del contenido del paquete. Orichanlá le contestó que podía abrirlo si gustaba. Oro lo abrió, se comió todo el ñame y la sopa, puso las nueces de kolá en su bolsillo y pidió una taza para sacar una muestra de los recipientes de vino. Luego de haberlos probado, invitó a Orichanlá a beber y éste se negó pues le estaba prohibido por tradición beber vino. Oro lo amenazó con las varas de autoridad y Orichanlá bebió a regañadientes. Luego se marchó llevándose los dos recipientes de vino que quedaban.Orichanlá se enfadó con Ogbe Osá por haber hecho un sacrificio en el que al final tuvo que tomarse el vino por la fuerza, pero Echu se posesionó de la mente de uno de sus sirvientes diciéndole que no se preocupara ya que el día era joven y aún podían suceder muchas cosas.Antes de llegar a su casa, el polvo divino con el cual Ogbe Osá había preparado el vino comenzó a hacer efecto intoxicando a Oro, quien terminó de beberse los dos recipientes de vino que Orichanlá le dio. Después tomó los recipientes vacios y los colgó junto a sus dos varas de autoridad. Comenzó a delirar y se quedó dormido rápidamente. Mientras, Orichanlá envió a uno de sus hijos a buscar los recipientes de vino a casa de Oro. El muchacho llegó y le pidió a Oro dichos recipientes y los tomó junto con los dos cuernos mágicos.Al llegar donde su padre, el muchacho le entregó las dos cosas y Orichanlá con los dos cuernos mágicos en su poder devolvió todo a su tranquilidad habitual. Luego escondió el arma con la que Oro hacía estragos.Al despertar Oro y no ver sus cuernos, los buscó y al no hallarlos recordó la visita de alguien durante su delirium tremens. Al no ver tampoco los recipientes de vino presumió que quien Orichanlá había designado para buscarlos debía ser el mismo que robó sus cuernos mágicos. Se dirigió a casa de Orichanlá, el que al verlo llegar le ordenó que se detuviera y después de reprenderlo por su actitud, lo maldijo para que desarrollara una hernia con el siguiente encantamiento: Oni ki ukpa udi,e koshan kon le. Entonces Orichanlá (Obatalá) le ordenó que se retirara al bosque y nunca más saliera al aire libre, desde entonces Oro vive en el bosque y grita: Oro memon gbe wo wokoAye do rudu rudu.El Orudu rudu es el llanto de Oro. El culto de la divinidad Oro Lewe es muy antiguo, se remonta a los días de la fundación del estado de Kwara en Nigeria y dicho culto habia sido olvidado por sus seguidores con el decursar del tiempo.Es uno de los cultos más secretos en el paiís yoruba. Está vinculado con la muerte.Algunos dicen que el sistema Oro fue tomado de los monos rojos, llamados Ejimere. Consiste en un trozo de hierro o madera plana con una larga cuerda atada a un poste. Cuando el viento se mueve emite un agudo sonido llamado Ajaoro (el perro de Oro). Es la voz del mismo Oro.Entre lo ijebu y los egba, Oro es mucho más sagrado e importante que el Égungun.En los tiempos antiguos los miembros de la sociedad Oro eran también los ejecutores de los criminales. Cuando la gente era condenada a morir por la corte Ogboni, eran los miembros del culto Oro quienes tenían que llevar a cabo la sentencia. Cuando Oro salía de noche, los que eran miembros del culto debían permanecer dentro de la casa y de salir estaban corriendo riesgo de muerte.Entre los oyó la gente de Iseyin y Jabata son los principales adoradores do Oro. Cada año tienen siete días para su adoración. Durante todo el día las mujeres se quedan encerradas en casa, excepto unas pocas horas en que se les permite procurarse algunas provisiones. El séptimo día ni siquiera esto se permite y permanecen rigurosamente encerradas. Para la que no lo haga significa una muerte segura y esta pena se ejecuta no importa cuál sea el título, la riqueza o la posición que tenga la mujer que se aventure a desobedecer y mirar a Oro.Una interpretación literaria sobre la leyenda de Oro relata lo siguiente:Pakunde (cierra la puerta) pronuncia el oráculo para Asehin Bokin de Iseyin, (hijo de un incapaz que bebe mala agua desde el mismo día en que ascendió al trono de su padre).Desde que se convirtiera en rey ninguna de sus esposas había parido. Consultaron a Ifá y este les dijo que debía ir a hacer un sacrificio para su padre. El Asehin efectuó el sacrificio, pero el padre lo rechazó. Entonces su madre le dijo que él que lo había engendrado no era un ser humano: -Un día cuando ful al campo a buscar lena, había un animal que parecía un ser humano. Me obligó a hacer el amor con él. Entonces usé un truco. Abrí un árbol con mi hacha y pedí al gorila que pusiera su pene dentro, pero cuando hubo puesto su pene en la grieta saqué el hacha, su pene se trabó y murió. Es por eso que ahora tu padre te rechaza el sacrificio, no fue él quien te engendró.Algunas gentes en este pueblo recuerdan al Oro (gorila) que murió en un árbol. Es ese animal el que te engendró dentro de mí. Cuando Asehin escuchó esto fue al lugar en el bosque. Encontró huesos del animal y los puso en un ataúd. Entonces mató el carnero. Cuando llevaron el cadáver al pueblo iban cantando: Cierren las puertas, ahí viene OroEl hijo lleva a su padre.Todos ustedes señores, cierren las puertasel hijo trae a su padre a casa, ahí viene Oro. Lo balancearon, en el aire. Entonces la gente del pueblo dijo: "Verdaderamente es un muerto el que habla".Sin embargo en Cuba y Latinoamérica hace aproximadamente nueve años que su culto ha tomado auge, aunque es prudente señalar que el culto a Oro, en Cuba, dista mucho de su concepción del original.Veamos un ese Ifá del odu Ogbe Idí que ilustra lo anteriormente planteado: Kpengele ajo fidi gbe diAdi fa fun won ni ode OroNijo ti ode Oro fi omi oju Shu bere onto tuurutu. La divinidad del secreto y el misterio, Oro, vagaba por el bosque y fundó el estado de Kwara de Nigeria, llamado Oro. A él se le hacía anualmente un festival, pero las generaciones posteriores se olvidaron de atender el festival anual hasta que desapareció dicha celebración. Hubo hambruna en el pueblo y ninguna mujer quedó embarazada. Muchos hombres y mujeres emigraban hacia otros lugares hasta que un día los ancianos razonaron y enviaron un mensaje a Oke Mesi (ahora Ife) para que adivinaran respecto a qué hacer para reponerse de sus problemas. Se les dijo que ellos habían descuidado la adoracion de su deidad patrona durante mucho tiempo y que debían ofrecerle en sacrificio dos carneros padres, dos cabras, dos gallinas, dos imágenes de madera y dos caracoles. Además se les dijo que su pueblo habia quedado despoblado en gran medida a causa de la emigración pero si se hacía el sacrificio, los emigrantes darían riqueza al pueblo aunque no regresaran a vivir allí. Finalmente les dijeron que su tierra era pedregosa para la labranza, por lo tanto debían ocuparse de comerciar. El sacrificio se realizó en cuanto regresaron. Al día siguiente llovió con fuerza, lo cual marcó el regreso de la prosperidad y comenzaron los nacimientos en el pueblo. Sus emigrantes regresaron para asistir al festival de Oro, la deidad del secreto. A la divinidad Oro Lewe se le ve muy vinculada a otras dos divinidades que son, Changó, y Eziza.Oro fue maldecido además a no tener un altar para su culto, según pone de manifiesto un ese Ifá correspondiente al odu Oyekú Ogundá, quien hizo adivinación para Eziza, Changó y Oro.Las divinidades del viento, el trueno y el secreto, eran amigas y un día decidieron probar sus proezas individuales. Changó manifestó que él sólo sabía bailar. Eziza dijo que él sabía como transformar las cosas. Mientras que Oro dijo que él sólo sabía como luchar.Entre tanto los tres se dirigieron al mercado donde se encontraron con la madre de Eziza vendiendo artículos medicinales. También se encontraron con la madre de Changó que estaba vendiendo aceite de palma, mientras que la madre de Oro vendía agua. Al poco tiempo de estar allí sintieron hambre y fue el momento de poner a prueba sus capacidades confesadas. Ellos propusieron que Eziza debía prepararse para robar algo que comer. Él se transfiguró rápidamente en un viento con fuerza de galerna, el cual robó el agua de la madre de Oro, aceite de palma de la madre de Changó y carne de su propia madre, aunque sin conocer a las víctimas de su robo. Más tarde, cuando se reunieron para converse lo que Eziza había robado, hubo conmoción en el mercado y las tres madres estuvieron quejándose de que ladrones desconocidos les habían robado sus productos. Ellas decidieron ir a casa para alertar a sus hijos de lo que les había sucedido. Entre tanto, los tres hijos estaban descansando después de comer en la confluencia de los tres caminos, cuando apareció ante ellos un cazador, quien al percibir lo que los tres hombres probablemente estuvieron haciendo, repitió el siguiente conjuro: Orita meta, amidi kugo,Bebe onda amidi gere gere, Misi aladufe. En el momento en que el cazador llegó a la bifurcación del camino, su conjuro había sumido a los tres hombres en un profundo sueño. Después que el cazador se había marchado, ellos fueron levantados por los gritos de sus madres. Ninguno de ellos conocía a la madre del otro. Cada uno tomó posición en cada uno de los tres caminos convergentes en la intersección. Según las mujeres se fueron acercando entre lamentos, Changó agarró a la madre de Oro, Oro capturó a la de Eziza y Eziza a la de Changó.La madre de Changó saludó a su hijo por su verdadero nombre, Aremu Olufinran y con ese llamado, los tres hombres liberaron a sus respectivas cautivas. Las mujeres narraron cómo a las tres les habían robado sus artículos y ellos al percatarse de lo acontecido, se miraron con asombro y las miradas cayeron sobre Eziza al que le preguntaron si su valentía se manifestaba únicamente en robarle a sus propias madres. Él respondió que no había daño alguno porque ellos se comieron la comida de sus madres.En ese instante, el cazador, que desde entonces estuvo observando oculto en un escondrijo, emergió para adjudicar sobre las acciones de los tres hombres. Él decidió que a partir de aquel momento, Eziza sólo sería capaz de robar a cualquiera en la selva, Changó debía continuar con su juerga danzaria, mientras que Oro debía desaparecer en la selva.La madre de Changó se molestó y decidió regresar al hogar de su padre, en el poblado de Takpa. Alafin Atiba, quien se había convertido en el rey de Oyo, fue entregado a la madre de Changó a cambio de Elenkre Adodo, el rey de Takpa.Oro fue maldecido a no tener nunca un altar. El cazador era el mismo Oggun.En un ese Ifá perteneciente al odu Iwori Osa, se pone de manifiesto que la deidad Oro Lewe, es la que da el "toque de queda", facilitando el trabajo de los Ancianos de la Noche. Veamos:Iwori Osá adivinó para Eggun, Elegbede y Oro, que eran todos amigos. Les dijo que debía efectuar un sacrificio para evitar ser enviados lejos de casa en exilio. Fueron advertidos particularmente a no seducir a las esposas de uno u otro. Eegun y Oro realizaron el sacrificio que consistía en una gallina negra a Echu. Elegbede por su parte rehusó hacer el sacrificio porque se consideraba demasiado poderoso físicamente para que alguien se atreviera con él.Mientras tanto las esposas de Eggun y Oro visitaron a Elegbede en diferentes ocasiones y él las sedujo a las dos. Las mujeres al llegar a sus casas informaron a sus esposos los incidentes.Posteriormente Eggun se unió con Oro, éste último declaró toque de queda y se esperaba que esa noche nadie saliera a la calle. Elegbede, basándose en su fortaleza física, salió afuera y fanfarroneó de calle en calle. Mientras se movía cerca del mercado, Echu lo dirigió a un cruce de caminos donde se encontró a los Ancianos de la Noche en una reunión. Le preguntaron si no sabía acerca del toque de queda y él replicó que estaba completamente consciente pero que no veía la razón de obedecer ese toque y de forma atrevida preguntó a su vez a ellos por qué estaban también fuera de sus casas. Los Ancianos de la Noche reaccionaron instantáneamente sorprendiéndolo y aturdiéndolo de tal manera que no pudo encontrar el camino de regreso a su casa. Eventualmente cayó dentro de los arbustos donde se convirtió en gorila y ha quedado como un animal del bosque desde entonces

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